La vida y legado de Sharath Jois (1971-2024)
El 11 de noviembre de 2024, la comunidad del yoga perdió a uno de sus más altos referentes del Ashtanga, nuestro querido y respetado, R. Sharath Jois, quien partió de éste plano físico repentinamente a los 53 años durante una caminata en Virginia, Estados Unidos. Sharath estaba allí enseñando a profesores de yoga, como había hecho durante décadas, siempre compartiendo su amor y compromiso con el Ashtanga Yoga.
Sharath no solo era el nieto del emblematico Pattabhi Jois; era un hombre sencillo, profundamente humano y dedicado, que vivió su vida con humildad y propósito. Desde pequeño, el yoga estuvo presente en su día a día, y a los 19 años comenzó a asistir a su abuelo en el Shala de Mysore. Fue en esos años donde descubrió la capacidad transformadora de la práctica, no solo en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu.
Quienes lo conocimos podemos resaltan y apreciar su presencia cálida y su capacidad para transmitir las enseñanzas de forma cercana y auténtica. Sharathji siempre recordaba a sus estudiantes que el yoga es más que posturas; es un camino para conocerse a uno mismo y vivir con mayor intención y equilibrio. Durante sus conferencias, solía insistir en la importancia de practicar con devoción y disciplina, pero también con amabilidad hacia uno mismo.
Aunque su partida fue inesperada, su legado está vivo en cada respiración consciente, en cada asana y en cada corazón tocado por su enseñanza. Sharath nos deja un ejemplo de cómo vivir con entrega, respeto por las tradiciones y amor por la comunidad. Su sonrisa cálida y su humor sincero siguen resonando en los recuerdos de quienes tuvimos el privilegio de aprender de él.
Hoy, la comunidad global del Ashtanga Yoga honra su memoria, practicando no solo los movimientos que enseñó, sino, sobre todo, los valores que encarnó: compromiso, sencillez y un amor genuino por el yoga como herramienta de transformación.
Queremos de igual forma, transmitir todo nuestro cariño para con su querida familia y sobre todos sus amados hijos.
Que su memoria perdure.
Gracias Sharathji.